En el Berlín actual, Gudrun es la lideresa de una pandilla sobrepolitizada enemiga de la guerra y el capitalismo denominada “The Raspberry Reich (El reino de la frambuesa)” que se encuentra unida por tres poderosas razones: el sexo –detestan la monogamia y la heterosexualidad compulsiva-, el secuestro –para llamar la atención sobre el grupo, raptan al acaudalado novio de uno de ellos, una obsesión chic por el terrorismo (muy a lo post-0911) y, por si fuera poco, el interés descomunal de esta mujer (que ha tomado su nombre de uno de los miembros de los ejércitos de liberación alemanes de los 70: la Baader-Meinhof) en que sus chicos tengan sexo entre ellos –¡y extrañamente, ninguno de ellos necesita que se le convenza tanto!
Denominado por su autor como un “festival porno-político”, “The Raspberry Reich” es una comedia de humor negrísimo bisexualmente explícita que le ha abierto al provocador canadiense post punk post gay posmoderno Bruce LaBruce, las puertas de Sundance, la Berlinale y Toronto en festivales en los que de plano las reacciones ante su audiencia se han mezclado totalmente: de la admiración irremediable (por su utilización del lenguaje del porno gay a lo Wakefield Poole, Peter Berlin, etc; sus homenajes a figuras claves del cine independiente a lo Warhol, Altman, Anger y Morrisey; y su ácida crítica a la aburrición que genera en la actualidad la cultura gay –ya más que asimilada en esta época gracias a “Will y Grace” y demás etcéteras- a través de su ruptura de etiquetas sexuales establecidas) al abominar total de sus filmes ya sea por su representación explícita de bisexualidades transgresivas (con inválidos, transgenéricos, autoasfixiadores, adorables skinheads que no besan en la boca o bobaliconas parejas monógamas gays fascinadas por los símbolos de la violencia y la represión nazi como protagonistas) y sus escenas shocking erótico-políticas: ya sea onanismo frente al libro “Mi lucha” de Adolf Hitler (en su anterior filme “Skinflick”) o con un rifle detrás de una foto del “Ché” (en el presente filme), entre otros choques.
Provocadores desde el título, sus filmes anteriores (presentados en 1998 por única vez en México en una retrospectiva dentro de Mix México: Festival de Diversidad Sexual en Cine y Video) como “No skin off my ass” y “Super 8 1/2”, parodian filmes de Altman y Fellini para burlarse en blanco y negro de las convenciones sexuales rigidísimas que aún existen dentro de dos comunidades aparentemente liberadas como la punk y la gay, mezclándolas de manera explosiva; en su filme “Hustler white” protagonizado por Tony Ward, el exnovio bisexual de la antiliberal Madonna (por favor, lea los hilarantes slogans de “Raspberry Reich”), los protagonistas –todos prostitutos heterosexuales- hacen cualquier cosa –y enfatizo “cualquier cosa”- para conseguir dinero de sus adoradores homosexuales en un homenaje abierto a “My hustler” de Warhol y la trilogía “Trash/Flesh/Heat” de Morrisey; mientras que en “Skin flick”, los fantasmas oscuros de una pareja gay –su deseo de dominación y violencia- son tratados en forma de parodia a Sam Peckinpah y su brutal “Perros de paja”, con algo de “Deliverance” de John Boorman. “Siempre me he sentido muy interesado en las políticas de la identidad sexual y lo artificial o lo arbitriario que pueden volverse las ideas respecto a la sexualidad y los papeles de género, por ello mis filmes exploran la desconexión que existe entre la conducta sexual –basada en prejuicios y mandatos culturales- y el verdadero potencial sexual de una persona” dice LaBruce.
Protagonistas de identidades sexuales indefinidas, listos para probar cualquier forma de liberación sexual aunque en la trampa de la complacencia sexual/ cultural en la que viven, los personajes de “The raspberry reich” (que incluye unos rarísimos e hilarantes homenajes a los filmes sobre terrorismo de Fassbinder y Godard protagonizados ahora por estrellas porno) nos tendrán sorprendidos, ofendidos y muertos de la risa y si no lo creen, sólo lean este última idea del director: “El modo en que la comunidad gay ha asimilado el conformismo sexual así como sus ideas pasadas de moda respecto al matrimonio y la respetabilidad reivindican mi punto de vista: los oprimidos se han vuelto ya los opresores!” Zuás!
No hay comentarios:
Publicar un comentario