Una figura corre buscando refugio: la turba enfurecida lo persigue por ser diferente. Un chico descubre que es diferente y no quiere tomarse un regaderazo junto con sus demás compañeros en la escuela. Una mujer siente un deseo irrefrenable por carne cruda y empieza a adquirir el gusto por personas de su mismo sexo. La sangre de otro ser lleva una condena eterna. Una nave espacial contiene un extraterrestre con boca fálica y está diseñada para destruirse conteniendo como pasajeros a minorías de todo tipo… El género del terror, ya sea en la literatura, el cine u otra manifestación artística, siempre ha contenido latente en su interior la semilla de la homosexualidad.
La diferencia, la discriminación y la soledad en la existencia gay de los 30 y los 40 se puede leer de manera perfecta en el filme “Frankenstein” del director gay James Whale. El monstruo es ahí una figura contraria a los designios de Dios y por haber sido creada por un hombre y sus costumbres inhumanas, es que debe morir. Cuando el libro fue escrito, MW Shelley, la escritora esta casada con su marido bisexual y los poetas de su círculo social experimentaban con drogas y experiencias que alteraban la mente –como la sexualidad. En la época en la que fue filmada, el director Whale seguramente ya había participado en alguna de las razzias antihomosexuales de su época y sabía de lo que hablaba. Posteriormente Bill Condon retomó el rodaje de "La novia de Frankenstein" para hablar sobre los paralelismos de esta obra con la vida imaginada de Whale.
El temor a salir del clóset, el ostracismo de los jóvenes gay en la adolescencia, los juegos homoeróticos en que los púberes participan para demostrar su hombría, el secreto oculto… La figura del hombre lobo aparece en los filmes de Lon Chaney hasta desarrollarse en forma perfecta dentro de la comedia “Un Hombre Lobo Americano en París”, donde un chico pierde todo, incluyendo a sus amigos –uno de los cuales ha sido asesinado por él y cuyo espíritu lo persigue como una primera vez que nunca se borra de la conciencia- y debe salir por las noches a las calles para nutrir su gula, su deseo de carne fresca… hasta morir desnudo perseguido por policías que desconocen y no comprenden su ansia carnal.
La bisexualidad como una condición humana latente y como puente de infecciones tales como el VIH/ SIDA. Cada vez que una epidemia o pandemia llega a un límite insoportable, aparece en el arte la figura del vampiro, ya sea la vampira seductora de “El ansia” de Tony Scott, que todo lo que toca lo vuelve lésbico, hasta el vampiro que acaba con hombres y mujeres por igual con una enfermedad que modifica la sangre y crea vínculos, grupos solidarios, para detener su sed, como en el filme “Entrevista con el Vampiro” de Neil Jordan, donde además aparece metafóricamente una relación de dos padres gays con su hija en la figura de los vampiros Lestat, Armand y Claudia (la relación es más enfática aún en el libro del mismo nombre de Anne Rice. La epidemia del SIDA aparece en una metáfora astuta y fascinante en el portentoso filme de Coppola, “Bram Stocker´s Drácula”.
La figura de “Alien” es también la de una enfermedad que se disemina por el cuerpo acabando con el ser que lo alimenta para acabar devorando a la comunidad que le desconoce. En la primera parte de Scott es una peste, en la segunda un ejército inacabable, en la tercera un ser que deberá acabar con las minorías en una nave y en la cuarta, el hijo de un clon que cuestiona las nociones del aborto necesario y el derecho a tener hijos por parte de seres no comunes…
El terror no solo excita nuestras gargantas hasta culminar en grito orgásmico, sino que habla de nuestros temores ocultos y nuestras fobias sociales. Hay más películas que ejemplifican la relación entre la homosexualidad y este género fantástico, pero las aquí mencionadas son las más fáciles de conseguir para disfrutar en video… frente a un monitor de TV, que ha funcionado también como metáfora de ano penetrable, por el que entran y salen personajes horroríficos y seductores como en la sensacional “Poltergeist” de Tobe Hopper, o en esa maravilla de “El aro" (de la que se ha hecho hasta una versión porno del famoso Wah West (director de "Quinceañera" y de "The fluffer" vista en su premiere en uno de las primeras ediciones del Festival Mix)... pero esa, es otra historia...
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