
¿Maestras que manipulan las pruebas nacionales de educación? ¿Robos de exámenes? ¿Exigencias de nuevo examen? ¿Manipulación sexual? No, no estamos hablando de los escándalos del sector educativo en México, sino de una maestra -GUAPA, o sea Cameron Díaz- que decide manipular a Dios y al Diablo en una escuelita de provincia, con tal de proveerse de un par de tetas espectaculares que le compren un hombre rico que la mantenga -sobre todo si viene en el empaque de Justin Timberlake!
¿Qué por qué funciona esta comedia? Varias las razones: un guión que sigue los lineamientos marcados por las mejores farsas de Moliere llevado a extremos hilarantes y sin ningún temor de ser políticamente incorrectos; una interpretación valiente y autoparódica de Cameron Díaz -como las que ya le conocemos de sus mejores comedias- y un retorno a la belleza de su rostro, que si bien ya empieza a mostrar su edad, logra mostrarnos una gran gama de expresiones que van de lo desesperado a lo juvenil a lo acabado a lo sensual y a todas las variables mezcladas con una rapidez y efectividad propias de Jim Carrey -sólo que sin la antipatía; y una moral del éxito a través del sexo que es escarnecida en todas sus formas (incluyendo un coito con ropa) a favor y en contra.
Si tan sólo uno pudiera salirse del cine cinco minutos antes, estaríamos ante un filme maléfico y perverso de humor grueso pero muy satisfactorio. En esta cartelera de vacuidades de verano, MALAS ENSEÑANZAS brilla endemoniada
No hay comentarios:
Publicar un comentario