
El título lo dice todo: MOLINA´S FEROZZ es la visión de un autor enloquecido –maestro de cine en la escuela de cine cubana abierta a instancias de García Márquez- sobre el clásico de Perrault: la Caperucita Roja y su lobo feroz en cine clase doble Z. Este largometraje cubano es la demostración de que ni una dictadura decadente es capaz de aplastar la imaginación desbocada de un director que mezcla desafiantemente una sexualidad prefeminista, una violencia tremendista que revigoriza el gore más sobado de las producciones americanas y unas narraciones retorcidas con toda la sofisticación de un Tarantino tropical, así como un guiño de ojo para los grandes cinéfilos del mundo: el homenaje brutal y aterrador al erótico lavado de piernas de Stella Inda en Los Olvidados de Buñuel.
Es de hacer notar que Molina eligió a Macabro como el Festival para hacer la premiere mundial de ésta, su más reciente obra. Del mismo modo, y antes de su estreno comercial en México, el Centro de Capacitación Cinematográfica aceptó que SOMOS LO QUE HAY, la ópera prima de su egresado Jorge Michel Grau (un futuro brillante), inaugurara el Festival antes de una corrida comercial que promete ser exitosa.


SOMOS LO QUE HAY resultó ser el sexto filme más interesante presentado en el último Festival de Cannes de acuerdo a la lista que se publica en dicho evento firmada y avalada por todos los críticos asistentes. Y de los filmes mexicanos presentes en dicho evento, resultó ser también el único mencionado –y alabado- por la más que influyente revista americana Film Comment. En esta película, el ambiente putrefacto con que Ripstein retrata a México en El castillo de la Pureza o Principio y fin, respira por la estacada que el nuevo director le ha dado, permitiendo que de ahí salgan criaturas enfermas como Giménez Cacho, quien encuentra dedos en los estómagos de las autopsias (aunque unos años antes hayan dejado escapar al vampiro de Cronos de Del Toro); una madre que va más allá del dolor por su familia (a lo Vida Inmune de Cervantes); unas tinas de Pesadilla en la Carne del Infierno (Craven) donde una chica -la soberbia Paulina Gaitán- esconde su boca caníbal (¿y quizá su vagina dentada a lo Teeth?); y unas discotecas homosexuales de Julián Hernández en donde un líder repudiado por su madre se liga a su próxima y encebada cena. Una rara película que homenajea al reciente cine nacional que se enrarecería y brillaría más de no contar con una edición que privilegia el ritmo gringo y los chistes hígados de Jorge Zárate. Talento sobra pero escuchen a Roger Waters: “Hey teachers: leave the kids alone!”


Y uno que no escucha ni se preocupa por hacer cine academicista es Yoshihiro Nishimura, el director de VAMPIRE GIRL VS. FRANKENSTEIN GIRL, una gloriosa incursión del splattercore a la comedia romántica adolescente en donde la tensión premenstrual, la glorificación racista adoradora de Obama y crítica de Michael Jackson, el bullying, los científicos locos, así como el erotismo adolescente de una manga enfebrecida, conviven con la desmesura de una estética a gogó de Lolitas sicodélicas, vampiras obsesas/obsecadas y galanazos esquivos infectados de vampirismo (mismos que ven a la gente como aparatos circulatorios), que provocan confrontaciones macabroncísimas entre las señoritas venganza, que culminan en torres de esqueletos despellejados en vertiginosas luchas. De este supremo realizador y famosísimo maquillista de efectos, vimos el año pasado en macabro Tokyo Gore Police, un filme que se ponía al tú por tú con Kill Bill.


Aún estamos por ver una función de prueba con público del documental RETRATO DE UN VAMPIRO de Ulises Guzmán, cineasta ya de culto por sus cortometrajes cuequenses, entre los que recuerdo el esperpéntico y delirante todofóbico Virgen de Medianoche. Retrato relata la historia de Juan López Moctezuma director de Alucarda, La Mansión de la Locura, To Kill a Stranger, Mary Bloody Mary y otras obras de arte del terror más espeso y enfermizo que ha dado el país, así como de sus fans más enloquecidos: uno que se siente transexual y místicamente Alucarda y otro-su pareja heterosexual- poseído por Moctezuma. Pero con esta historia que de contarla ya hasta a uno se le enchina a el cuero, imagínese usted si este docudrama no va a convertirse en el éxito endemoniado del año próximo en los festivales del mundo.


Por último, ¿la razón del éxito de Kevin Bacon se encontraba ya ahí en su speedo antes de sus jeans untados en Footlose?, o mejor dicho, ¿qué hacía Sean Cunningham retratando de manera igualmente sexy a los jóvenes y jóvenas (como diría Fox) que aparecen en su película, la primera MARTES 13 (Friday the 13th, traducida así para mexicanizar la superstición, qué caray)? No fui el único en notar esto en la función especial que hizo Macabro con todo y pastel incluido –ya ven que a los gays siempre nos atribuyen el fijarnos en los atributos, pero fue una pareja hetero la que me comentó el mencionado encuadre, así que no veo de más y por ello nos preguntamos: ¿haremos pronto una nueva lectura queer al monstruo con mamitis Jason que cumple 30 años?... ¿Y por qué no? Si hasta el Jeepers Creepers de DeSalvo ya salió del closet…!
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