martes, 19 de julio de 2011
GIRO NEGRO O LOS OJOS CERRADOS
En el baldío terreno teatral donde los pocos ejemplos notables se dividen en exquisitos o populares (muy en homenaje a la visión del maestro Ayala Blanco), hay una especie de género gay con escenas de desnudos que ha sido cultivado muy efectivamente por el productor Alejandro Medina quien ha triunfado con obras de humor muy notables como “Baño Turco” y algunos melodramas que han tocado desde el clóset, la bisexualidad, la prostitución, las enfermedades de transmisión sexual, el machismo, la homofobia y las reglas edadistas de la comunidad homosexual masculina mexicana. Alrededor suyo, varios productos se han montado ya sean de dramaturgos mexicanos, extranjeros, o narradores mexicanos que copian alguna obra extranjera. Giro Negro es una obra del dramaturgo norteño Enrique Mijares, quien ha hecho ésta a partir de cuadros específicos que surgen de una investigación propia con los seres que habitan estos lugares (bares o prostíbulos o una mezcla de ambos).
La obra que actualmente se encuentra puesta en el DF en FOCO (Foro de la Comedia) convierte en una especie de club de sexo esta casa de la Roma convertida en teatro: actor semidesnudo fungiendo de taquillero a la entrada que te hace pasar al patio lobby bar donde otros actores semidesnudos te ofrecen tragos, te llevan a tu lugar y participan coqueteando contigo durante la sucesión de cuadros: bailes desnudistas, monólogos informativos, cómicos, trágicos, concursos con espectadores en escena, intermedio con gogo´s actuando en butacas o en lobby y escenas a oscuras en la que suelen suceder para algunos espectadores tocamientos que se asumen sensuales.
Dependiendo del ánimo de espectador pareciera un espectáculo de carpa para adultos o el teatro participativo derivado de Grotovski con algo del Teatro de lo Pobre, en cuanto a que los principales defectos de esta puesta son muchas veces sus principales cualidades: una sensación de realidad irreal al entrar al teatro que muchos asumen desde la calle que se llama Bar Albatros (muchos espectadores llegan preguntando si dentro se encuentra el teatro), una extraña frescura que nos mantiene en vilo respecto al papel –la sobriedad y la correción política- de los actores que genera una serie de fronteras borradas hacia el espectador (esos tocamientos, esos lap dances) y una sensación de inacabado (no hay aplausos al final) que te persigue aún después de salir del espacio, como si hubiéramos efectuado una autopsia, en vez de una inmersión al antro. Sin cuajar completamente, con algunos notables esfuerzos actorales y gimnásticos, algo ocurre en este lugar/en esta obra que se efectúa en la mente del espectador, más que en su entrepierna, y que ya quisieran muchas otras obras pretenciosas llegar a lograr. Giro Negro se encuentra en el FOCO (Foro de la Comedia).
Costo del boleto: 300 pesos
Costo real: 200 pesos.
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