AM: ¿Cómo comenzó el Festival Mix?
AC: Por una necesidad de identificarse en la pantalla. Si bien la gente gay acostumbrábamos a traducir las vivencias que veíamos en las pantallas, el lenguaje directo –el cine en primera persona- era una necesidad real apoyada por la evolución social y la lucha por nuestros derechos. Así a que, a mi salida como editor de la revista Del otro lado, cuando ésta dejó de circular, se dió la oportunidad de conocer a los fundadores de los Festivales Mix en Nueva York y Brasil y junto con Shari Frilot, Edna Campos, luego Mario Arteaga, etc,, nos lanzamos a la aventura todos tiernitos y tarugos y con la bendición de mucha gente que posteriormente cambiarían la faz de la promoción cinematográfica en México: entre ellos, Marina Stavenhagen, Enrique Ortiga, Jorge Pantoja y Carlos Bonfil.
AM: ¿Cómo se desarrolló el Festival Mix?
AC: Pasamos de ser repetidores de nuestros festivales hermanos a buscar una personalidad propia, que no queríamos: la queremos siempre cambiante y siempre abierta al futuro. Desde el segundo evento, hicimos de la Cineteca nuestro hogar con apoyo del público; obtuvimos, dejamos y recuperamos las salas de la UNAM; hemos probado con cines comerciales asentándonos este año en Cinemark Reforma 222. También hemos apoyado otros eventos lanzando –con Edna Campos- Crash, Ninón y Macabro. Hemos producido y apoyado largometrajes –Zona Rosa y El Cielo Dividido- así como cortometrajes originales –el western En la luz del sol brillante de Jesús Torres Torres y la primera exploración homofílica a la Revolución Mexicana: Cerro de la Cruz de Constantino Escandón. Y el mismo Mix, que me permite seleccionar más de cien filmes anuales, me ha dado el impulso de dirigir varios cortometrajes: uno de ellos compilado por CalArts –La piel blanca cabello oscuro-, otro producido por Juan De la Riva –El corazón invadido- y otro más con mi actor favorito, Jorge Luis Moreno: La misma adoración y gloria, en el que insisto sobre el tema del SIDA, mismo que veo ausente en el trabajo de los artistas mexicanos que presentan trabajo en nuestro Festival y que veo muy presente en las vidas de nuestra comunidad.
AM: ¿Se puede hacer un cálculo aproximativo de cuántas películas has exhibido en catorce festivales?
AC: Poco más de cien anuales. Iremos por las dos mil.
AM: ¿Sería el cine uno de los lenguajes más fecundos de la cultura gay? ¿cómo ubicarías al cine en la cultura gay?
AC: El medio que con mayor fidelidad ha registrado el devenir de la cultura homosexual en el siglo XX. Y por lo tanto, al proyectarse, un educador inigualable que rompe tabúes a través de la verdad 24 veces por segundo. También un espejo indispensable para una comunidad que busca reconocerse, entenderse y liberarse –en todos los planos, sexual, social y estético.
AM: ¿Cuánto tiempo te llevó preparar por ejemplo esta edición número catorce del festival?
AC: Arrancamos en enero y terminamos un mes despúes, aunque esperamos siga todo el año con muestras en provincia. Estamos comprometidos hasta e momento con Cuernavaca, Monterrey y Zacatecas…
AM: El cine gay es objeto de varios festivales, de la apertura de una sala para su exhibición, de comercialización de videos... sin embargo el más robusto festival, el más amplio (a tal punto que resulta imposible siquiera intentar verlo porque no se exhibe lo mismo en las diversas sedes, y hay funciones paralelas con películas que sólo se exhibirán una vez...) es la versión Mix: a qué atribuyes el éxito?
AC: A su sinceridad y a la necedad. Los americanos le dicen resilencia, tenacidad. Por ello somos el festival más antiguo de la Ciudad de México, y después de Guadalajara, el más antiguo del país! Mix no es un festival que requiera dos millones de pesos para un crew inexperto e irrelevante, o que se venda al major postor. Mix es un festival independiente que respeta a sus artistas y por ello nos opnemos a la piratería. Trabaja y no pasa la canasta para fundaciones inexistentes. Une patrocinadores de iniciativa privada con el gobierno y los artistas audiovisuals más atrevidos. Cambia siempre sus estructuras y está a un lado del público, se forma con él en las salas de cine, los periódicos, las calles, los antros y las redes sociales. Llevamos años así y nuestra audiencia es testigo y cómplice. Y vamos por más!!!
AM: ¿No es un desafío abrir un festival con un documental sobre Jorge Sosa? ciertamente es un documental excepcional, con un relato ágil y panorámico tanto de la biografía como del pensamiento de la figura por antonomasia de la espiritualidad en la comunidad
AC: Claro que lo es y en este bicentenario nacional, el derecho al matrimonio gay es revolucionario, estemos o no de acuerdo con él. Es una gran ley en busca de la igualdad. Quisimos mostrar que hay artistas audiovisuales que escuchan a su audiencia y que miran a futuro. Que izquierda y derecha deben unirse para trabajar por la libertad y el respeto. Que no pertenecemos a ningún lado. Y que la espiritualidad y la legalidad gay son aún temas por tratar para los artistas mexicanos… Que la comunidad espera estos nuevos reflejos y los necesita. Mix será su pantalla.
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